
Si me pongo a pensar más de media vida se me ha ido estudiando. Nunca fui una
alumna ejemplar, me gustaba estudiar pero los examenes me aburrían y sólo una vez saque matricula de honor y además en una asignatura que me preparé por mi cuenta .
Siempre odié las ciencias y me fui por letras, estudié cou en
estados unidos y eso me subió la moral para siempre (
caray lo poco que les enseñan a ésos adolescentes) y aunque me cayó un 1 en matematicas en selectividad (
¿qué esperábais? Me especializé en ecuaciones de segundo grado y así pasé el año...) pude escoger lo que quería estudiar.
Para mi carrera, historia, no pedían más que ganas y tiempo (quince asignaturas al año, lo justito para aprender de todo y nada a la vez) y cuando terminé, un poco perdida hice el doctorado en filosofía (
era multidisciplinar, pero ése es otro tema) y a falta de la tesis (
¿cómo pueden pedirle a alguien con 24 que haga la tesis de su vida? Obvio que no lo piden, si no otro gallo cantaría ) me incorporé al mercado laboral como...camarera.
Más tarde y durante cuatro años y pico he tenido el trabajo de mi vida. O mi vida era el trabajo, quien sabe. El caso es que feliz como lombriz no me importó no llegar (ni por asomo) a mileurista y trabajar a destajo.
Después, como ya sabéis, me lancé al desempleo (trabajo me sobra) y ahora, de nuevo, tengo que volver a pensar qué hago con o de mi vida, en qué enfoco mi energía, a qué dedico mi tiempo y mi esfuerzo.
El sentimiento es de panoli, de fracaso a veces, de angustia y un poco de rabia (o mucha, depende de la cantidad de café) porque no entiendo qué me pasa o qué le pasa al mundo (siempre es más fácil echarle la culpa al empedrao) porque no sé funcionar en los términos de mercado. En ningún sentido.
Y ahora no soy ni joven (32!madremía) ni suficientemente preparada (porque tenía que haber hecho un curso de instaladora de aires acondicionados, tornerafresadora o cajera del alcampo) y tengo una vida personal que para el mundo laboral es un handicap. Bienvenido sin embargo el 2008.
Tengan ustedes un buen año, den por ciertos mis mejores deseos.