jueves, 19 de junio de 2008

Cuando lo que falta es ponerse...


Da igual los tejemanejes que te traigas con el tiempo.Da igual el deseo, la necesidad o la intuición. Cuando lo que falta es ponerse a ello, todo lo superfluo sale a la luz, flota, reverbera y dota de un significado distinto las cosas que haces, y las que dejas de hacer.
Y el sentimiento es de no llegar, pero a la vez sentir que no se puede. Que ya te estiras mucho, que al final acabarás por romperte. Y da igual la excusa que tengas. Cuando lo que falta es ponerse a ello, todo lo negativo te tira para abajo. Y es un circulo vicioso en el que te pones a prueba contra ti misma, contra lo que tú crees que te hace ser persona...
Y qué persona en su sano juicio se pediría más de lo que puede dar y se machacaría hasta extremos remotos para acabar siendo una estadística, un símbolo de lo que es el mundo. Para dar forma a éste mundo tan desdibujado, tan en este estado de ansiedad en el que se encuentra, tan derrochado, perverso, sucio y abandonado.
Y sumarse al sistema o dejarse llevar que es casi lo mismo, y lo único que separa estos dos hechos, es el dolor de quien se sabe llevar, de quien sabe que ésta jugando sin querer.
Cuando lo que falta es ponerse a ello, piensas que en realidad qué más da, porque nada de lo que podamos hacer va a distraer la atención del universo, porque el mundo es ambicioso y lo quiere todo, pero no puede con mucho más...
Cuando lo que falta es ponerse la vida te pesa, y será falta de hierro o la luna llena o que mia se marchó a almagro y todavía no lo he procesado...
Y cuando sabes que lo que te falta es ponerte, y que eso te descansará el alma...y sigues sin hacerlo porque la vida te pesa, te das cuenta de que tu vida, tu mente, tu realidad es una pescadilla que se muerde la cola.

Y sólo relaja el mordisco cuando una niña rubia te baila el agua y te camela, aunque sea sólo porque nadie le hace manjar de platano como tu...


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